Francisco Moscote fue un acordeonero andariego,
nacido en Galán, corregimiento de Riohacha en el departamento de La Guajira,
que se volvió leyenda inmensa en el imaginario de Macondo y su música, a quien
todos conocieron como "Francisco él hombre" tras una mítica reyerta con
el diablo a quien derrotó ejecutando el acordeón
La talla del adversario vencido -relato
estructural de la mitología oral provincial- en un pasaje atribuido a una
persona de existencia probada, ayudó a forjar la creencia de que Moscote fue el
primer gran juglar de la música de acordeón, muy bien conocido en la región
porque recorría las provincias de Padilla y Valledupar con el instrumento al
hombro y se lo terciaba para contar anécdotas con melodías auténticas, o sea,
interpretando los acordes primarios de los aires que hoy entendemos como el
"vallenato tradicional"
Paradójicamente, hoy en día, sus restos
yacen en medio de la maleza y el olvido en un abandonado cementerio del
corregimiento de San Martin, mejor conocido como "Machobayo".
Porque así es la vida...
Soy plenamente consciente de lo que significa
para nuestro folclor y para el vallenato, el conservar los aires
musicales auténticos, esos mismos que interpretaba "Francisco el
Hombre", que son la base del vallenato clásico (puya, merengue, paseo y
son). Porque en las producciones contemporáneas encontramos un "nuevo
vallenato" -fusionado le dicen pomposamente- que mas bien podríamos llamar
"amalgamado" (casi sancochado a veces) en el que tristemente, con
frecuencia no se logra identificar el ritmo que se interpreta y optamos por
conformarnos conque es vallenato porque -de fondo- se oye un acordeón que
lucha con sus notas por no ahogarse entre tanta innovación sonora...
Cuando se publique esta nota, apenas habrá pasado
el festival "Francisco el Hombre" en Riohacha, el del formato
joven y diferente a todos los festivales vallenatos de mi región, en él
que no se escoge un acordeonero que conserve las tradiciones musicales
vallenatas, sino una agrupación que interprete vallenato nueva ola, vallenato
moderno o vallenato fusión, como le quieran llamar.
Mi gran cuestionamiento, desde que me acerqué a
ese festival fue ¿por qué decir que buscan un sucesor de Francisco El Hombre?
Francisco jamás tuvo una agrupación Vallenata; quizás sufriría amargamente
si escuchara "vallenatos nueva ola". Eso no significa que esté en
desacuerdo con la evolución del vallenato, o que no admire y respete los
jóvenes y nuevos talentos de nuestro folclor; es solo que se me antoja
desenfocado el objetivo al que induce la consigna con que se promociona el
festival.
Porque, si su nombre es un homenaje al primer
juglar ¡es válido! Incluso es bello el contraste entre lo fundacional y el
resultado de la evolución, pero hacia el futuro sugiero que se deseche la
proclama que anuncia la búsqueda de un nuevo Francisco el Hombre, porque la
esencia del certamen le resta dimensión al homenaje que contiene el uso de tan
grande nombre.
Como dije, esta publicación es posterior a mi
visita, pero escrita antes de viajar, y desde ahora sé cuanto habré disfrutado
la hospitalidad y alegría de Riohacha y la buena organización del evento, pero
les voy a dejar una confesión: En el fondo, abrigo la esperanza que este año
haya ganado una agrupación que interprete vallenato-vallenato, como si el
legado de "Francisco el Hombre" se impusiera desde la eternidad en
nuestro cielo musical, tan poblado de fulgurosas estrellas verdaderas y de
satélites artificiales de corta duración que desde lejos se confunden en las
estridencias de la moda, lo mediático, y lo que a veces resulta ser solo
burdamente comercial.
María Lucia Lacouture Daza
@MLLacouture
Presentadora Noticas Cámara de Representantes
Presentadora Noticas Cámara de Representantes
María Lucia Lacouture Daza @MLLacouture Presentadora Noticas Camara de Representantes