Por: Alejandra Barrios
Directora nacional de misión de observación electoral - MOE
Vuele y juega, la anulación
de la elección de Oneida Pinto como gobernadora de La Guajira para el periodo
2016-2019 no es un episodio atípico para la política de este departamento. Los
seis gobernadores elegidos en elecciones ordinarias en los últimos 20 años
(1997, 2000, 2003, 2007, 2011, 2015) han tenido algún problema con la justicia
o con los organismos de control del Estado colombiano. Cuatro de los seis gobernadores
han sido destituidos e inhabilitados por la Procuraduría, a dos el Consejo de
Estado les invalidó la elección, y otros dos han tenido procesos penales en su
contra.
En términos generales son
los partidos políticos quienes tienen una mayor responsabilidad por esta incertidumbre
política. Es claramente una irresponsabilidad, máxime cuando, en medio de la
crisis social y de pobreza extrema que tiene un departamento como La Guajira,
los recursos del Estado vayan a destinarse a una elección atípica, pese a todas
las advertencias hechas sobre las posibles inhabilidades de la candidatura de
Oneida Pinto con suficiente anticipación. La Guajira es el mejor ejemplo de las
consecuencias que para una población tiene la mala selección de sus gobernantes
por parte de los partidos políticos.
Ahora bien, ¿cuál es el
camino para cambiar la situación? La respuesta debe implicar todos los actores
sociales del departamento. En primera medida, los partidos políticos tienen que
adoptar medidas drásticas tendientes a redefinir los estándares y
procedimientos que utilizan para la selección de sus candidatos. En tanto no
sean capaces de hacerlo, todos los Colombianos, pero especialmente los de las
regiones más vulnerables, seguirán siendo víctimas de su irresponsabilidad.
Por otra parte, la
ciudadanía puede cambiar la situación si asume dos responsabilidades durante el
próximo debate electoral:
1. Votar bien, informarse
de manera juiciosa sobre las hojas de vida de los candidatos:
La responsabilidad
ciudadana para las próximas elecciones implica ir más allá de escuchar al
candidato y sus “cantos de sirena” o promesas imposibles. Con la situación como
está, la ciudadanía está llamada a evaluar de manera independiente las hojas de
vida, y estar atenta a las advertencias que se hacen desde la sociedad civil
sobre las posibles irregularidades que tengan los candidatos.
2. Todos y todas tenemos
derecho a controlar las elecciones y a los políticos: la construcción de
ciudadanos y ciudadanas activos con la política se manifiesta cuando se pone al
servicio de la comunidad, de manera desinteresada, la voluntad o el tiempo para
el bien común. Una manera de empoderarse es informando sobre las posibles
irregularidades que ocurren en los distintos municipios, sus barrios y veredas.
Para esto la MOE ha abierto
canales de información que pueden ser anónimos como la página www.pilasconelvoto.com que se puede consultar desde celular y
la línea gratuita nacional 01 8000 112101. La MOE se compromete únicamente a
hacer llegar esta información a la autoridad responsable y, dependiendo de la
calidad de la información, poder presionar a las autoridades para que pueda ser
efectivamente tratada.
Está en manos de los
partidos políticos ser el primer filtro de candidatos a postularse, y en manos
de la ciudadanía conocer las verdaderas consecuencias que tiene el confundir la
política con la politiquería; el liderazgo con la violencia y la administración
de lo público con la corrupción. Es tiempo de recuperar la democracia para la
ciudadanía. Por esta razón considero de suma importancia que en estas
elecciones atípicas La Guajira “piense su voto”.
Columna publicada en @DiarioDelNorte #LaGuajira
#PiensaTuVoto - Campaña educativa y de conciencia electoral - @MLLacouture