sábado, 30 de julio de 2016

NUESTRA LUCHA POR LA IGUALDAD Y EL RESPETO DEBE CONTINUAR


Por: María Lucía Lacouture 

Hace cientos de años las mujeres iniciamos una lucha por el reconocimiento de la igualdad con relación al hombre en materia política electoral, educación y empleo. Colombia fue uno de los últimos países de América en concederle derechos políticos a las mujeres. Pudieron  concurrir a las urnas por primera vez hace 50 años y desde entonces muchas mujeres se hacen oír e influyen de manera contundente en decisiones de alcance social y económico, a través de su posicionamiento en los espacios de poder que tradicionalmente ocuparon los hombres.

En Latinoamérica, diferentes mujeres han sido electas para regir los destinos de sus países como ha sido el caso de Michelle Bachelet de Chile, Cristina Fernández de Kirchner de argentina y Dilma Rousseff de Brasil.   

En Colombia son muchas las mujeres que han sido candidatas para la presidencia de la República, por diferentes partidos políticos como lo son: Noemí  Sanin, Marta Lucía Ramírez, Clara López, Aída Abella, Regina Betancourt, Maria Eugenia Rojas, Maria Emma Mejía,  entre otras.  Pero en la historia política de Colombia ninguna mujer ha ocupado el tan anhelado asiento de la presidencia porque ha sido disputado y otorgado a  "Hombres con pantalones bien puestos".

Desde Junio de 1853 entro en vigencia de la Ley 20 que permite el divorcio vincular por mutuo acuerdo y también reglamentó el matrimonio civil.  El país presenció una de las polémicas más ardientes.  Llevó a enfrentar básicamente dos grandes tesis: la de los divorcistas y la de los anti-divorcistas; esta última precedida especialmente por la iglesia católica.  Dicha ley fue perfeccionada al transcurrir los años. Las mujeres de hoy tenemos el derecho  y la voluntad suficiente para decir ¡No más!,  si no nos sentimos lo suficientemente amadas o si en el peor de los casos somos violentadas, ya sea física, sexual o psicológicamente. 

Somos  de una generación de mujeres que se caracterizan por ser emprendedoras, trabajadoras y dinámicas, que no le arrugamos la cara a nada, con un alto sentido de la responsabilidad y muy perseverantes, Inteligentes, un poco tercas, con una suspicacia muy desarrollada y con un carácter fuerte que nos permite defender nuestra posición frente a nuestros ideales. Merecemos admiración y  absoluto respeto. 

Nuestra región caribe necesita más mujeres en espacios de poder que garanticen una representación igualitaria; mujeres que utilicen su poder para escuchar, para hacer alianzas y que  construyan democracia. Tenemos que estar unidas para lograrlo. 

La violencia y el abuso afectan diariamente a mujeres sin distingo de raza o posición social. Muchas  mujeres son atacadas por extraños pero más a menudo son maltratadas por personas cercanas a ellas. Increíblemente, el caso más común en las denuncias es en contra de sus compañeros sentimentales. Todo esto puede causar un terrible dolor emocional y físico. Pero, no estamos solas en este país, tenemos leyes que nos protegen y en el momento que sea necesario podemos solicitar y obtener ayuda. Lo importante es no quedarnos calladas.

Mi invitación para todas las Evas colombianas, es a que conozcan las herramientas de la ley 1257 de 2008 sobre la "no violencia contra las mujeres" para lograr su aplicación e implementación en el caso que sea necesario. Como también es necesario que sepan identificar todos los tipos de maltrato. 

"La violencia contra las mujeres es quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos. No conoce límites geográficos, culturales o de riquezas. Mientras continúe, no podemos afirmar que realmente hemos avanzado hacia la igualdad, el desarrollo y La Paz." Kofi Annan. 

SE NECESITAN MUJERES SENSIBLES EN EL PODER


Por: María Lucía Lacouture 

Luego de escuchar el esperado discurso de Hillary Clinton ante la convención demócrata donde se convertiría en la primera mujer que disputará la presidencia de Estados Unidos en representación de uno de los dos grandes partidos políticos, entendí que se necesita sensibilidad para dirigir un país. Sensibilidad propia e innata en una Mujer. La democracia necesita de la autenticidad femenina y de su intuición. Una líder femenina tiene otro carácter, un talante totalmente distinto y de protección hacia los sectores más desvalidos, lo que podríamos asociar al instinto maternal.

 Las mujeres somos la mitad de la población mundial  y nuestras voces mas que ser escuchadas en los procesos democráticos, deben ser participación importante. Seguimos insuficientemente representadas en los puestos electivos. En el país, especialmente en mi región estamos lejos de alcanzar el "equilibrio de género". 

Olympe de Gouges alzó una voz para reclamar derechos para las mujeres durante la Revolución Francesa. No logró mucho y fue llevada a la guillotina y ejecutada porque según los hombres de su época, su postura era subversiva. Hoy el machismo en la política sigue llevando a las mujeres a la guillotina, especialmente en las regiones.  Es cierto que en términos jurídicos mujeres y hombres gozamos de iguales derechos, pero en la presencia y participación igualitaria en los espacios de poder y representación política esto no es una realidad. 

Cuando las mujeres estamos empoderadas  y podemos exigir nuestros derechos, ejercemos liderazgos que podrían generar más oportunidades de educación y empleo. Si en algún momento es aprovechado el potencial humano de nosotras las mujeres como generadoras de paz empezaremos por fin  a ser partícipes de nuestro propio desarrollo y el de nuestras comunidades. 

Las mujeres bíblicamente estamos hechas para sostener un hogar y para cumplir con nuestro papel reproductor, pero las de este siglo también podríamos sostener a un departamento, un municipio o una nación. Obviamente hablo de mujeres preparadas y comprometidas y que luchan por la defensa de los derechos humanos, más no de mujeres  con ansias de figurar, enriquecerse o dominadas por grupos políticos corruptos. 

Sería muy bueno tener en cuenta por siempre estas palabras de Michelle Bachelet: “Si una mujer entra a la política, cambia la mujer, si muchas mujeres entran a la política, cambia la política". #PiensaTuVoto