Luego de Diomedes Díaz, Poncho Zuleta, Jorge Oñate, Iván Villazon, entre otros, la evolución del vallenato trajo consigo un nuevo grupo de artistas bastante grande llamados “la nueva ola” quienes crean un estilo muy comercial, mas expansionista e internacional de este género musical.
Desde hace un tiempo hasta la fecha, gracias a esta “nueva ola” de la música vallenata han surgido una especie de divisiones en el público o seguidores, al asistir a un concierto o “mano a mano”, como últimamente se denominan, se pueden presentar dudas en si es una congregación política de dos partido o si en realidad es un concierto ya que los seguidores de cada agrupación tienen un color que los identifica de los demás, pero está claro que esto no lo hacen por iniciativa propia, es incentivado por estos nuevos artistas vallenatos que son quienes escogen y ordenan el color.
Un partido político es una asociación de individuos unidos por ideales comunes y que persiguen como meta alcanzar el control del gobierno para llevar a la práctica esos ideales ( Wikipedia), los partidos políticos son identificados por colores y en las congregaciones le exigen ir así a sus votantes con el fin de calcular el número de votos que posiblemente obtendrán y para que los de otros partidos eviten acercarse a ellos. ¿Será que este vallenato de “la nueva ola” así como lo han fusionado con ritmos como el reggaetón, bachata, pop, etc, también lo están fusionando con estrategias políticas?... Les recuerdo que en el caso de la música vallenata todos los exponentes tienen un mismo ideal.
Dentro de estos conciertos de la “nueva ola” son infaltable las peleas entre personas asistentes vestidos en colores contrarios, el agua, la espuma, los pisones, los empujones, las sillas que vuelan de un lado a otro, las sátiras vía twitter y el sarcasmo entre los mismos artistas, los twits de apoyo o de ofensa de los seguidores, los empresarios que favorecen mas a un artista que a otro, un ingeniero de sonido que se vende, en fin, son todo un espectáculo problemático o batallas que para muchos suelen ser muy divertidos pero para mí son poco civilizados.
Cuando un ser humano asiste a un concierto solo busca salir de la rutina, disfrutar y tener horas agradables en compañía de familiares o amigo, yo personalmente no puedo entender este tipo de comportamientos tan vergonzosos en estos eventos.
¿Qué sentido tiene para los artistas enfrentar al público y generar más violencia en un país como en el que vivimos? ¿Con cuál objetivo los seguidores se enfrentan por fanatismo?¿para qué dos exponentes de un mismo género musical se hacen daño? Deberían tener claro que al final de todo es uno mismo quien decide que artista o producción musical escuchar, es una decisión netamente personal y depende de el gusto de cada quien, “para los gustos existen los colores”.
Es hora de anular el tema de quien es o quien no es el numero 1, de quien vende más o de quien toca mas, dedíquense a cultivarse como personas, a trabajar no para llenarse los bolsillos de dinero si no para complacer y satisfacer a los consumidores, de ser unos artistas en todo el sentido profesional de esta palabra y sobre todo de asumir con cordura la responsabilidad de ser un exponente del género musical que representa a Colombia en el mundo.
Disfrutemos de nuestras parrandas vallenatas SIN VIOLENCIA.
Maria Lucia Lacouture
Administradora de Empresas / Locutora radial de Radio Guatapuri / Presentadora de Tv en Valledupar Noticias - Telecaribe
Tienes razón en lo que dices, yo personalmente he dejado de ir a los conciertos vallenatos porque siempre va haber revuelta o algo por el estilo; aunque no solamente hay que enfocarse en culpar a los artistas, porque si analizamos un poco, la fanaticada también tiene la culpa por dejarse mal influenciar, y como el costeño tiende a querer ser conocido como el ser dominante de toda la comarca.
ResponderEliminarBueno para terminar, ojala tomen ya conciencia de eso, es molesto tener que perderse lo que podría ser un buen concierto por algo como eso.
Gracias por el articulo, estaré pendiente de los siguientes, un beso con un abrazo.